Una de las áreas productivas más afectadas por la pandemia del COVID -19 es actualmente el turismo. Por los mismo, desde la capital de la Región Estrella, el municipio serenense a través de su Dirección de Turismo y Patrimonio, desarrolló una serie de webinar con el objetivo de compartir información en diversas áreas de la especialización turística. Fue así como se gestaron nueve temáticas distintas que incluyeron títulos como: ¿Sabías qué? con aporte de datos históricos relevantes y curiosos del patrimonio rural - urbano de La Serena, Charlas del Turismo; con el expositor Luís Martínez (miembro de ACHITUR), Desafíos del Turismo Aventura; junto al montañista Marcelo Noria, conversatorio Memoria e Identidad en Olla de Caldera; con el antropólogo Gastón Castillo y Ruralidad Tradiciones Campesinas, a cargo de los profesionales de la Delegación Municipal Rural, entre otras.
Además, a través del Departamento de Comunicación Estratégica del municipio serenense apoyó la iniciativa con la confección de diferentes afiches publicitarios, edición de material audiovisual y se difundieron al público las bases para participar de la próxima muestra fotográfica relacionada al turismo rural en la comuna. Fotografías que luego serán publicadas en las cuentas institucional de redes sociales Visita La Serena. Junto con ello la Municipalidad de La Serena adhirió a la campaña de comercialización de productos y servicios para la reactivación turística a través de la oferta regional Ciber Week y la Expo Virtual Ruedas de Negocios Latam. Todo este programa se desarrolló en el marco de la conmemoración del Día Mundial del Turismo 2020, que este año puso énfasis en el desarrollo del turismo rural sustentable y sostenible para las comunidades en el mundo.
CHARLA RURALIDAD Y TRADICIONES CAMPESINAS
En este contexto el antropólogo, Gastón Castillo, fue uno de los invitados estelares de la jornada de webinar para conversar acerca de las posibilidades de la ruralidad local dentro del posible desarrollo del turismo en la zona del secano costero de nuestra comuna. Sus diversas investigaciones evidencian que los históricos poblados que integran en la actualidad la Comunidad Agrícola de la Olla de Caldera son en sí un verdadero diamante en bruto para considerar desbastar y seguir con el trazado de nuevas e interesantes rutas de turismo cultural, antropológico, etnográfico, de contemplación del paisajismo con matices y aportes que otorgan tradiciones como las veranadas que año a año práctican los últimos trashumantes del planeta. Estilo de vida en "majadas" que caracteriza a los arrieros crianceros de cabras que se ubican en esta zona del norte de Chile, por ejemplo con su particular y único rodeo de burros realizado por varias generaciones de campesinos en la localidad de Condoriaco en la cordillera de la costa y todo lo que tiene que ver con su patrimonio religioso – mortuorio. Como también la posibilidad de maravillar a los posibles visitantes con la observación de millones de astros y constelaciones que presenta el cielo nocturno en estas latitudes (se trata de un sobrecogedor espectáculo inmerso en un escenario único compuesto por un cielo Clase 2 en la Escala Bortlé, casi sin contaminación lumínica y con magnificas condiciones de baja humedad atmosférica ideal para la práctica de astrofotografía y arqueo-astroturismo).
"El hecho que los lugareños estén rescatando sus tradiciones como ferias costumbristas, celebraciones religiosas e identidad ancestral me parece que es algo fantástico que debe ser apoyado para que perdure en el tiempo porque la Olla de Caldera tiene un historial pre-incaico desde antes de la llegada de los conquistadores españoles a estas tierras. Y luego con la colonización española de por lo menos otros cuatrocientos años más de antigüedad que se extendió en el tiempo" desde la configuración de la República de Chile con la Guerra del Pacífico hasta mediados del siglo XX con el auge de la minería y la construcción de los ramales que permitió el funcionamiento del tren elquino hacia otros lugares en la Región de Atacama. Agregó Castillo, respecto a la idea de potenciar estos interesantes sitios, “el desafío está en capacitar a los lugareños para que se hagan cargo de estos futuros proyectos de turismo rural, pero no acostumbrarlos al asistencialismo, sino más bien que sean ellos mismo los precursores de sus propios planes de rescate y puesta en valor del entorno”.
DESAFIOS DEL TURISMO AVENTURA
Y desde Tierra del Fuego, otro de los interesantes invitados que compartió su experiencia fue Marcelo Noria. El destacado excursionista, guía profesional e instructor de montaña, consultor turístico y actual director técnico de Socorro Andino en la Región de Magallanes, agradeció la invitación realizada por la Dirección de Turismo y Patrimonio de la Municipalidad de La Serena para poder aportar algunos tips a tener en cuenta al momento de generar posibles proyectos turísticos en territorios agrestes. "Lo increíble de esta pandemia es que ha generado esta posibilidad de reunirnos virtualmente desde tantos lugares distintos. Lo otro es que muchas veces quienes empezamos un emprendimiento de este tipo lo hacemos como autodidactas y sobre la marcha nos hemos ido capacitando para entender cómo funciona esto del turismo rural y de naturaleza. Lo importante de estas charlas es que podemos aclarar dudas a los participantes". Respecto a la gestión del riesgo del turismo aventura explica que "el mayor desafío es sobrevivir a la pandemia y saber cómo reinventarnos. Ahora para quienes quieran adentrarse en proyectos de turismo aventura, en Chile existen 24 normas bastantes claras que explican la forma correcta de actuar", aunque insistió que no existen actividades al aire libre de este tipo que aseguren al 100% cero riesgos de accidentabilidad. Por lo mismo, "si yo quiero comenzar a llevar gente a caminar al cerro, la primera palabra que debemos tener en cuenta es planificación. Por lo tanto, para cualquier persona que quiere tomar este desafío el primer paso es poder capacitarse a través de cursos formales para evitar el traspaso de malas prácticas desde lo informal”. A juicio de este experimentado montañista, el mayor peligro son aquellas personas que producto de su propia ignorancia creen saberlo todo sin saber que no saben o aún peor no han tomado conciencia respecto a los aspectos básicos de control de riesgos para el desarrollo eficiente y seguro del turismo aventura. En este mismo sentido, "si somos prestadores de servicios no podemos correr ese riesgo porque no solamente puedes matar o lesionar gravemente a una persona; también puedes matar un destino turístico”, producto de una mala práctica por falta de conocimiento del entorno e improvización enfatizó Noria.